jueves, 12 de junio de 2014

Buenos Aires, y más volver.



  Cada viaje a Buenos Aires es distinto. Suelen pasar uno o dos años entre uno y otro, lo que equivale a un período de tiempo suficiente para que haya cambios; en ambos.   

Además, siempre ocurren hechos circunstanciales que hacen diferente el viaje; cada viaje, cada sub-viaje, cada autobús, cada foto.





 No sé si algún filósofo, excepto alguno de los que conducen táxis, habrá filosofado con la relación de Buenos Aires con los espejos, los espejados, los espejismos; sí, de espejismos sí, a los de Buenos Aires nos encanta filosofar sobre espejismos aun cuando dejamos Buenos Aires.


Muchas veces pasan cosas sorprendentes, sorprendentemente gratas, confusas y simpáticas, de esas que arrancan sorisas.


Las esquinas simpre guradan sopresas, una más que otras, claro. La del obelisco es la gran esquina de Buenos Aires.


Podríamos decir que es un poco normal que una ciudad se descontrole cuando llueve, más aun cuando llueve torrencialmente. Siempre que he visto llover torrencialmente he pensando que lo mejor que me podría pasar es tener tiempo libre y la cámara en la mano...





 A veces, el agua llega a los barrios; a los tobillos, las rodillas, la cintura; y muchas veces a la indignación.



 Y si, el agua finalmente llega al río. Al "Río de la Plata"; ese mismo, el "Mar dulce", el "Río color de león", el del puerto-ombligo, el tajeado por las dragas que combaten la pseudo-diabetes de los mercantes con el limo cosquillando sus barrigas y los remolcadores que los guían cual lazarillo, al tanteo de ecosonda.


 El de los aficionados a la vela, el que acunó mi "afisión-pasion", trilogía aire-barco-agua, su física de silencio del sonido, mantra casco-ola, vela-viento.


El mismo río campo de regatas, punto de partida de mi afisión-pasión y este año de la regata "Buenos Aires - Río de Janeiro" que comenzó con viento de proa, olas





No me ha cabido todo lo que quería comentar, ni me ha cabido todo lo que quería mostrar, y jamás me cabrá todo lo que llego a pensar de estos y en estos viajes, y de las que haré mas post. Montones de cosas, cosas y más cosas que me ha dejado este viaje de volver, y más volver a Buenos Aires.








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