Descargar tarjetas de memoria o disco, seleccionar, catalogar modernamente cada foto. Cerrar los ojos y pensar con cuales disfruté más. Y cada vez me gusta más la fotografía nocturna.
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| Bosque de bambú, El Crisol |
Por suerte, durante la descarga y primera criba autentificamos aquellas imágenes que merecerán mayor atención. Esas que nos guardamos para revelar con celo, con la dedicación que le damos al hobie. A veces ese tiempo no aparece, o viene de a poco, hasta que logramos una serie que nos convence.
El Crisol es un sitio de esos mágicos que hay por el mundo, en este caso ese lugar del mundo está cerca de Colonia del Sacramento, en Uruguay. Un sitio plano de cielo amplísimo, a escasos 2 km del Río de la Plata. Casi esperaba con ansia la puesta de sol, que apareciera la Cruz del Sur y recostarme con las manos cruzadas detrás de la cabeza y mirar.
En el firmamento del hemisferio sur no hay ninguna estrella que marque el centro, el eje, a diferencia del firmamento del hemisferio norte, en el que la estrella Polar se evidencia como la estrella central de los círculos concéntricos.
Una gran superficie de hierba húmeda por el rocío nos permitió utilizar el truco de la viruta de hierro encendida. Las siluetas posan por delante y poco más de 10 minutos de exposición son suficientes para obtener el trazo de estrellas.
La escasa luz artificial de ambiente, mezcla de temperaturas de color, y linternas de luz cálida, ofrecen una parte de azar, de suerte de colores no siempre predecibles.
Me agrada cada vez más la fotografía nocturna, el desafío de captar la imperceptible luz y también me agrada la idea de contar como vacaciones las pequeñas escapadas, que me permitan hacer fotos nocturnas que se merecen otro post.
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